El término jaima (o haima) hace referencia a las tiendas tradicionales bereberes, las que utilizaban los nómadas del desierto para vivir en ruta: el hecho de ser de lona con estructura desmontable facilitaba su transporte y su instalación en cualquier lugar del camino. En la actualidad, las jaimas siguen teniendo ese carácter fácilmente desmontable y escalable, pero también se conciben como emplazamientos más estables en campamentos en pleno desierto. Eso ha aportado un plus de comodidad, adaptado a los tiempos que corren. Por ello, en este post te contamos cómo son las jaimas de lujo en el desierto de Marruecos, combinando lo más encantador de antaño y lo más confortable de la actualidad.
Espacios pequeños pero diáfanos
Por su propia estructura desmontable, las jaimas no alcanzan un tamaño tan grande como una casa de ladrillo, por ejemplo. Pero tienen una ventaja: sus espacios interiores son muy diáfanos, sin tabiques, con apenas algún poste en el centro del ambiente para sostener el techo de la jaima, lo que le da su característico aspecto de cubierta puntiaguda desde el exterior. Pero estos postes, en todo caso, no tapan la visión del espacio interior, de modo que la sensación es de amplitud y convivencia en el interior.
Decoración típica bereber
La decoración en el interior de las jaimas es típica bereber: con materiales humildes y extraidos del entorno y la vida nómada, como elementos de madera, pieles o textiles. Así, la jaima queda revestida y plenamente funcional. No suelen faltar las alfombras, pero tampoco los cortinajes que permiten separar espacios fácilmente y sin afectar a la estructura de la tienda. Tanto en ellos como en la ropa de cama, los diseños y los colores son agradables, en tonos inspirados en la tierra, con ocres, marrones, rojos y amarillos como opciones predominantes, pero no sólo.
Baño completo: un lujo actual
El cuarto de baño es clave para que un espacio se pueda considerar de auténtico lujo. Y aunque por razones logísticas no era habitual que las familias nómadas contaran con uno, en los campamentos actuales sí se ofrece este confort. Y en las jaimas de lujo del desierto son, además, completos, con ducha y sanitarios fijos, así como agua corriente suministrada mediante depósito. En las jaimas que no son de lujo, no suele haber ducha, por lo que ese servicio se suele ofrecer en los hoteles asociados de la localidad más cercana, como Merzouga para los campamentos de Erg Chebbi.
Luz eléctrica, combinada con el fuego
En los campamentos de jaimas de la actualidad tampoco falta la luz eléctrica, en muchos casos producida mediante paneles solares, instalados de manera discreta para no romper la armonía del entorno. Ofrecen la posibilidad de enchufar algún sencillo aparato, como lámparas, aunque la disponibilidad de enchufes no es tan abundante como en la ciudad… lo cual le da un encanto adicional, por la sensación de desconexión que ofrece. En cualquier caso, como apoyo a la luz eléctrica también se instalan en el campamento otras fuentes de luz alternativas, a base de lámparas árabes e incluso una hoguera en el centro del recinto, lo que sirve de cálido punto de encuentro en las frías noches del desierto. Eso no impide, no obstante, que en las tiendas se puedan ubicar radiadores para que la temperatura interior de la tienda no descienda demasiado.
Camas y mobiliario plenos de confort
Y por lo que respecta al descanso, el confort es total con camas de cómodos colchones e incluso sofás y puffs para sentarse y disfrutar de momentos de asueto y reunión. Junto a ellos, puede haber mesas bajas para suministrar un detalle que no puede faltar en un ambiente tan distendido como este: la tetera y los vasos para saborear un auténtico té bereber.