Fez

Qué ver en Fez: cuándo viajar, qué hacer, alojamientos con encanto y más para viajes de lujo

Muchas de las cosas que ver en Fez están relacionadas con la cultura, pues está considerada, en buena medida, la capital espiritual y religiosa de Marruecos. Además, mantiene una vida tradicional digna de conocer, con la medina más grande e histórica de todo el país. Y eso tiene una ventaja desde el punto de vista turístico: son muchos los lugares de interés y las construcciones llenas de belleza, que en esta página enumeramos para que tomes buena nota. Además, hay innumerables alojamientos con encanto en la Fez antigua, a los que se suman otros de nueva creación que también son perfectos para los viajes de lujo que organiza Chic Morocco. 

En esta página te contamos, además, otros aspectos útiles para disfrutar de tu viaje, como su clima (para saber cuándo viajar a Fez), la historia de la ciudad, propuestas de excursiones y actividades que hacer en Fez, sugerencias de ocio y mucho más. Todo ello, con la sabiduría que nos da la experiencia: somos una agencia especializada en este destino y en organizar viajes exclusivos a nuestros clientes.

Tabla de contenidos

Cómo llegar a Fez

¿Dónde está Fez? ¿Cómo llegar a ella?

Fez se encuentra en el corazón de Marruecos, no muy lejos de los principales destinos turísticos del norte, pero muy a mano de Rabat y Casablanca, las dos principales ciudades de la Costa Atlántica. Supera ampliamente el millón de habitantes y su región es Fez-Mequinez, de la que es capital. Destaca por su terreno fértil, explotado ampliamente por medio de cultivos muy variados: desde argán a alcaparra, pasando por diferentes cereales y árboles frutales.

¿Cómo llegar a Fez?

Para los viajes de lujo a Fez, la opción de transporte más adecuada es el avión, pues cuenta con su propio aeropuerto internacional: el de Fez-Saïss (FEZ), con cerca de 1,5 millones de pasajeros al año. Por tanto, no tiene tanto tráfico aéreo como otros aeropuertos del país, como Casablanca o Marrakech, pero supone una interesante puerta de entrada para viajeros procedentes de países como España, Francia, Italia o Alemania, entre otros, dado que su uso es principalmente turístico.

Este aeropuerto se encuentra a unos 15 km de la medina, una distancia que se puede recorrer en menos de media hora por carretera, si no hay incidencias de tráfico. Este servicio de transfer desde/hacia el aeropuerto es ofrecido por agencias como Chic Morocco dentro de los paquetes de viajes de lujo a Fez. También hay taxis (Grand Taxi) que ofrecen este servicio, con disponibilidad y precios variables.

Muchos son los que llegan a Fez por carretera, dentro de un circuito más amplio por el norte del país o en recorridos de mayor kilometraje. Su estación de autobuses es modesta y es usada principalmente por la población local, mientras que el transporte privado es más común entre los turistas. Fez goza de una buenas comunicaciones con otras zonas de Marruecos, pues por aquí pasa la gran autopista A2 (una suerte de eje este-oeste desde Uchda hasta Rabat) y la carretera nacional N8 (un eje norte-sur, desde Alhucemas hasta Marrakech).

Esta es una lista de distancias entre Fez y los grandes destinos turísticos de Marruecos, que te vendrá bien conocer si tienes planeado hacer un circuito por el país:

  • Meknes: 60 km
  • Chaouen: 210 km
  • Rabat: 200 km
  • Alhucemas: 270 km
  • Casablanca: 300 km
  • Asilah: 360 km
  • Merzouga: 460 km
  • Tánger: 400 km
  • Essaouira: 665 km
  • Ouarzazate: 720 km
  • Agadir: 750 km
  • Marrakech: 530 km

Por último, cabe cabe decir que Fez está conectada directa o indirectamente por ferrocarril con otras ciudades de Marruecos (Meknes, Rabat, Casablanca, Tánger, Marrakech), pero todavía no cuenta con una línea de alta velocidad, que se espera para los próximos años. Por tanto, el tren no se suele considerar una opción válida para viajes de lujo a Fez procedentes de otras ciudades del país. 

En el caso de querer incluir Fez dentro de un circuito más grande por Marruecos, es más aconsejable confiar en un servicio de vehículo premium con chófer, como el que proporciona Chic Morocco en sus paquetes de viaje. 

Cómo llegar a Fez

Clima: cuándo viajar a Fez

Un aspecto fundamental para saber cuándo viajar a Fez es su clima. Y aunque lo más probable es que encuentres la ciudad más calurosa y seca que la tuya, lo cierto es que sus temperaturas no son tan tórridas como en otros lugares del país ubicados más al sur, donde la influencia del desierto del Sahara se hace patente.

De hecho, su clima está catalogado como mediterráneo de veranos cálidos (Csa) y el elemento que más influye en él es su continentalidad: la relativa lejanía del mar hace que la sensación ambiental sea seca y las oscilaciones térmicas sean grandes, especialmente entre el invierno y el verano. En invierno, las mínimas pueden bajar de 5ºC, mientras que en los meses de verano se suelen alcanzar los 35ºC en los momentos más cálidos del día.

Por otro lado, las precipitaciones no son un factor disuasorio, pues apenas llueve una media de 55 días al año, y cuando eso ocurre, no suelen ser lluvias copiosas, salvo excepciones puntuales. La nieve, lógicamente, es una rareza en esta ciudad que, no obstante, se eleva más de 400 metros sobre el nivel del mar. No obstante, las montañas del Medio Atlas están relativamente cerca de aquí, al sur, por lo que muchas de las cosas que hacer en Fez están relacionadas con la naturaleza y, por qué no, con la nieve en invierno.

Todo ello nos deja una conclusión interesante: se trata de un destino visitable durante todo el año. La primavera y el otoño son quizás las estaciones más adecuadas para viajar, pues las temperaturas son las más agradables, además de ser la época en la que la ciudad parece estar en plena ebullición.

En invierno, el abrigo será un buen aliado, puede que incluso sin necesidad de usar bufanda ni pesados complementos propios del frío. Y es en verano cuando viajar a Fez puede resultar más duro para quienes tengan dificultades con el calor. En cualquier caso, manteniendo una actitud de precaución y protección (crema solar, gafas de sol, ropa ligera, hidratación abundante, menor actividad al aire libre en las horas centrales del día), no debería de haber problemas para disfrutar del viaje.

Qué hacer en Fez

Fez: historia y contexto

Junto con Marrakech, Rabat y Meknes, Fez forma parte de las Ciudades Imperiales de Marruecos, pues fue capital del reino en algunos momentos de su historia. Sin embargo, Fez ha sido una ciudad pujante, al menos a nivel cultural y religioso, en todos los periodos. El resultado de ello es un casco histórico variado y amplio, con muchas cosas que ver en el Fez antiguo, lo que sorprende gratamente a todos los que se animan a conocerla.

La historia de Fez echa a andar en el año 791, momento en el que Mulay Idris ibn Abdallah estableció aquí su capital. Este monarca, de la dinastía idrisida, era descendiente de Mahoma y es conocido como Idris I, venerado como fundador y gran figura religiosa. Su hijo, Idris II, consolidó su decisión, extendiendo la ciudad a lo largo del río Fez. 

La ciudad pronto se nutrió de dos grandes grupos de exiliados musulmanes: los que llegaron del emirato omeya de Córdoba (Al-Andalus) y los que llegaron del Kairuán aglabí (actual Túnez). Eso dio lugar a la creación de los dos primeros barrios de la ciudad, cada uno con su mezquita de referencia: la de los Andaluces y la Karaouine, así como zocos y fortificaciones propias. Además, surgieron hammams, fonduks o posadas y otros locales que denotan su primitivo dinamismo.

Con la dinastía almorávide, que dominó el territorio del actual Marruecos, la capital de la nueva entidad política fue a parar a Marrakech, pero estos gobernantes (y sus sucesores, los almohades) tuvieron siempre muy presente esta ciudad, mejorando sus infraestructuras defensivas y sus mezquitas. 

En torno al 1250, los meriníes (o benimerines), originarios del este del Magreb, conquistaron la ciudad y la hicieron capital de su sultanato, ampliando la ciudad. Surgió así lo que hoy se conoce como Fez el-Jedid o ‘ciudad nueva’, en contraposición a Fez el-Bali o ‘ciudad vieja’. En esta ciudad nueva se creó una gran residencia real, zocos y, en el siglo siguiente, se constituyó el Mellah o barrio judío, que también está entre los principales atractivos que ver en Fez.

De hecho, el siglo XIV se considera el periodo de mayor esplendor para la ciudad, especialmente con los sultanes meriníes Abu er-Rabi y Abu Said Othman. Las casas y palacios se decoraron suntuosamente, se construyeron madrasas (o medersas), se estrecharon vínculos comerciales con Occidente y Al-Andalus, se amplió la Universidad de Karaouine…

El siglo XV, en cambio, fue más convulso, con desórdenes civiles, que derivó en cambios de dinastía en el siglo XVI: primero los watassíes y después, los saadíes, que se llevaron la capital a Marrakech, más estable social y políticamente. 

Pero más tarde volvió a regresar la capitalidad a Fez: en este caso fue con la dinastía alauita ya en el siglo XVIII, que tuvieron que hacer en Fez un proceso de transformación a nivel de infraestructuras y edificaciones civiles y religiosas, algo que prosiguió incluso en el siglo XIX. En este sentido, cabe destacar a Mulay Ismail (monarca alauita que gobernó desde la vecina Meknes) y, sobre todo, a Mulay Abdallah, su sucesor.

Sin embargo, 1912 es una fecha agridulce para Fez: aquí se acordó la instauración del Protectorado Francés que, pese a ello, supuso el traslado de las administraciones a Rabat, pasando a ser la capital de esta nueva entidad política, algo que se mantuvo tras la independencia del Reino de Marruecos en 1956.

Desde entonces, Fez ha tratado de encontrar su sitio, tanto político como económico, habida cuenta de que su papel religioso y cultural se mantiene como un referente en el país. En este sentido, se puede citar la pujanza del sector textil hace algunas décadas y, en la actualidad, el crecimiento del turismo internacional, gracias a que todavía hay un rico patrimonio histórico que ver en Fez. No en vano, está declarada Patrimonio Mundial por la Unesco.

Viaje de lujo en Fez

¿Por qué organizar un viaje de lujo a Fez?

Sobran las razones para visitar esta ciudad, ya sea en una escapada rápida de varios días o bien como parte de un circuito más amplio por el país. Y además, el segmento premium está experimentando un gran desarrollo, lo que favorece los viajes de lujo a Fez. Si necesitas conocer algunas de esas razones para convencerte de tu elección, aquí tienes algunos argumentos de peso:

  1. Su prestigio cultural aún es apreciable hoy, con instituciones educativas históricas y visitables (madrasas) y con un incipiente turismo idiomático para aquellos que desean aprender árabe
  2. Resulta una ciudad imprescindible para conocer la religión del país, pues cuenta con espacios sagrados de gran veneración entre los marroquíes
  3. Su medina es la más grande de Marruecos, con una explosión de vida comercial y popular realmente fascinante: barrios de artesanos, tiendas para todos los gustos, zocos temáticos y otros muchos rincones que ver en Fez
  4. La artesanía de Fez es una de las más prestigiosas de Marruecos y, por tanto, es un reclamo turístico en sí mismo. Entre los trabajos de mayor calidad se encuentran la cerámica, el cuero, la ebanistería… y otras muchas disciplinas tradicionales
  5. Está reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, lo cual es la prueba más clara y objetiva de que se estamos ante un destino hermoso y lleno de historia 
  6. Hay numerosos alojamientos con encanto en Fez, como te contamos más abajo, especialmente los que se ubican en edificios antiguos de la medina, aunque también hay hoteles con instalaciones más grandes y modernas fuera del centro histórico
Qué ver en Fez

Qué ver en Fez: lo que no te puedes perder

Al igual que en otras ciudades de Marruecos, hay mucho que ver en Fez. Y se reparte por las dos principales áreas de la ciudad: se puede hablar de ciudad vieja y ciudad moderna. A su vez, la ciudad vieja se puede dividir en dos áreas: Fez el-Bali (el núcleo fundacional de la ciudad) y Fez el-Jedid (que era la ‘ciudad nueva’ en el siglo XIII, aunque hoy se considera otro barrio antiguo e histórico). Todas ellas tienen un carácter especial y bien merecen una visita para descubrir su esencia y sus lugares de interés. 

La ciudad moderna, en cambio, tiene un carácter comercial y no destaca por la monumentalidad de otros barrios llamados ‘Ville Nouvelle’, de modo que no cuenta en su interior con grandes lugares de interés para añadir a la lista de viaje. Por tanto, la mayoría de cosas que ver en Fez se ubican en la medina. Sin embargo, el mayor espacio y el ambiente más moderno y abierto de esta Ville Nouvelle ha favorecido el establecimiento de grandes cadenas hoteleras, por lo que también suele ser una zona de referencia para los viajes de lujo a Fez.

Fez el Bali

Qué ver en Fez el-Bali (la medina vieja)

Fez puede presumir de contar con la medina histórica más grande de Marruecos, y una de las más grandes de todo el mundo árabe. Y su nombre es Fez el-Bali. Una de las ventajas para el viajero es que hay numerosos monumentos que ver en Fez el-Bali, pues se conserva bien, con buena parte de sus edificios en pie, así como su muralla y sus puertas de acceso. 

Es en esta zona de la ciudad donde se encuentran las construcciones más antiguas, entre ellas sus dos mezquitas de referencia. Por un lado, la mezquita de los Andaluces, y por otro, la mezquita Karaouine. En el primer caso, sería más propio hablar de la mezquita de los andalusíes, pues quienes la promovieron en el siglo IX fueron los ciudadanos que abandonaron al-Andalus en aquel periodo, en buena medida por conflictos sociales en el sur de España, donde se había establecido la dinastía omeya. Su elemento más destacado es su portada principal, que se erige al final de una escalinata.

Por su parte, la mezquita Karaouine se puede considerar aún más monumental e importante. Monumental, porque su conjunto es aún más refinado, ejemplificado en su espectacular minarete revestido de azulejos. E importante, porque alojó una notable escuela coránica convertida en universidad, considerada una de las más antiguas instituciones educativas, en funcionamiento desde el siglo X. Esta mezquita fue promovida por los ciudadanos que emigraron del reino aglabí de la actual Túnez, cuya capital era Kairuán. 

En cualquier caso, aunque las enumeramos aquí como atractivos que ver en Fez, debes tener en cuenta que tanto la mezquita de los Andaluces como la de Karaouine prohíben su acceso a los no musulmanes, como ocurre en la inmensa mayoría de las mezquitas del país, por lo que la visita turística no es una posibilidad.

Una arquitectura parecida tiene la mezquita de Moulay Idriss II, con muros encalados y tejas verdes, una combinación que caracteriza el estilo arquitectónico local. Aunque su acceso no está permitido, llegar hasta este punto nos permite comprender la profunda religiosidad de la ciudad, pues aquí está el mausoleo o zagüía de este monarca que la nombró capital. Por ello, es el destino de un importante moussem, en el mes de septiembre.

Pero aunque las mezquitas no sean visitables, hay otros monumentos religiosos que tienes que ver en Fez para entender mejor esa espiritualidad local y, sobre todo, la maestría arquitectónica y artesanal que tanto prestigio ha dado a la ciudad. Hablamos de las medersas o madrasas, que son escuelas coránicas que también funcionaban como residencias para sus alumnos.

Se pueden destacar tres por ser visitables y por deslumbrar al visitante por su belleza. Una de ellas es la de Bou Inania, con orígenes en el siglo XIV y extraordinario patio con arquerías decoradas con estuco esculpido. No se queda atrás la madrasa de al-Attarine, donde la presencia de azulejos policromados y arcos de madera alcanza una maestría sobresaliente. Y la madrasa Seffarine bien se puede poner al nivel de las otras dos, con amplios espacios cubiertos de decoración caligráfica.

Los rincones con encanto son también atractivos que ver en Fez el-Bali: callejuelas repletas de tiendas, zocos de las más variadas profesiones tradicionales, plazas que surgen casi por casualidad… Un buen ejemplo de ello es la Plaza Nejjarine, decorada con una fuente pública revestida de azulejos, lo que supone un recuerdo de esta tradicional forma de abastecer de agua a la población.

Otro de los lugares realmente imprescindibles en toda visita a la medina vieja de Fez es el barrio de curtidores, también llamado de Chouwara. En él todavía se trabaja el cuero como antaño, y desde los puntos elevados se pueden contemplar aún las cubas y piletas donde las pieles son tratadas y teñidas. Es por ello que en su entorno y, en general, en toda la ciudad sean abundantes los artículos hechos en piel: desde babuchas a bolsos, pasando por cinturones, monederos y un sinfín de complementos.

Otro de los aspectos destacables de esta ciudad son las murallas, pues toda la medina ha estado siempre amurallada y todavía hoy se conservan casi íntegramente, pese a que en muchos puntos hay construcciones adosadas a ella. Por ello, otra de las cosas que ver en Fez son los lienzos mejor conservados, donde todavía se distinguen las almenas y los torreones defensivos que proporcionaban a la ciudad una protección especial.

En concreto, los puntos más destacables de dicha muralla son las puertas: no sólo servían para controlar el acceso al recinto histórico, sino que también lanzaban un mensaje de poder y elegancia para quienes las atravesaban. Las más bonitas que ver en Fez el-Bali son Bab Ftuh, Bab Mahrouk, Bab Guissa, Bab Bou Jeloud y Bab Chorfa. Sus puertas, a modo de gran arco monumental enmarcado en alfiz, siguen contando actualmente con un gran poder evocador.

Además del perímetro de la muralla y de las mencionadas puertas de acceso, el sistema defensivo de Fez contaba con fortalezas ubicadas a las afueras de la medina. Una de las más importantes es Qasba Shrarda, que data de época alauita (siglo XVII). Se encuentra al norte del recinto amurallado, entre Fez el-Bali y Fez el-Jdid, y en la actualidad aloja varias instituciones, entre ellas una facultad universitaria.

El anterior (siglo XVI) es el Borj Nord, situado también al norte del recinto amurallado. Este castillo no sólo es uno de los atractivos que ver en Fez por su propia arquitectura, sino también por lo que alberga y por las vistas panorámicas que ofrece. En lo que a arquitectura militar se refiere, es probablemente el conjunto que mayor influencia occidental demuestra, pues está concebido a modo de ciudadela. En su interior se encuentra el Museo de Armas, donde el visitante puede hacer un repaso a la evolución de las armas de guerra, con ejemplares de los ejércitos locales pero también piezas bélicas extranjeras. Y gracias a su posición estratégicamente elevada, desde la que se divisa la enorme medina fasí, es posible tomar una instantánea única del singular paisaje urbano.

Fez el Jdid

Qué ver en Fez el-Jedid, el ‘nuevo’ casco antiguo

Como decíamos, el otro barrio histórico y medieval de la ciudad recibe el nombre de Fez el-Jedid o ‘ciudad nueva’, situada al oeste de Fez el-Bali Además, su carácter y desarrollo son singulares, pues están muy ligados a la monarquía meriní que devolvió la capitalidad a la ciudad. Pero este espacio también está muy relacionado con la población judía, a menudo cercana al poder por su alta cualificación.

Por esta razón, son muchos los atractivos que ver en Fez el-Jedid, aunque la mayoría de ellos sólo son visibles desde su parte exterior. Es el caso de las mezquitas: las cuatro más importantes de esta parte de la ciudad son la de Moulay Abdallah, la Roja (o Jama el-Hamra) y la Blanca o (Hama el-Beida, con un minarete decorado con elegante sebka).

La medina nueva de Fez el-Jdid se concibió igualmente como un recinto cerrado por una muralla, de modo que también se conserva dicha construcción defensiva, así como fortalezas asociadas y puertas que controlaban el acceso al interior. En este caso, cabe mencionar las puertas de Bab Smarine y la de Bab Dekaken (de la que sólo quedan sus dos torreones poligonales). 

Pero sin duda, el espacio que lo cambió todo y que motivó la construcción de esta nueva medina es Dar al-Makhzen, es decir, el Palacio Real. Data de época meriní (siglo XIII), cuando esta dinastía dio un nuevo impulso a la ciudad. Este palacio sigue utilizándose como residencia real esporádicamente, motivo por el que no es visitable. Sin embargo, lo añadimos a esta lista de cosas que ver en Fez porque se puede admirar desde la Plaza de los Alauitas. En concreto, las Puertas Doradas, que representan el acceso principal y solemne. Su nombre hace referencia al color predominante de dichas puertas, revestidas de latón brillante. En torno a las siete puertas (concebidas como arcos apuntados), se encuentran los clásicos azulejos de cerámica en color azul, tan característicos en Fez.

Muy cerca de aquí se halla el otro atractivo que ver en Fez el-Jdid: el Mellah o barrio judío. Llama la atención su cercanía al Palacio Real, y esto se debe a la decidida protección que siempre han ofrecido los monarcas marroquíes a esta comunidad, que llegó a alcanzar cotas muy altas de influencia y poder gracias a la gran preparación de sus miembros. Todavía hoy se conservan algunas sinagogas e incluso mantienen su actividad y son visitables. El caso más destacado es probablemente la sinagoga de Ibn Danan, del siglo XVII, que atesora un elegante mobiliario original en su interior. También sigue en funcionamiento el cementerio judío, cuyo tamaño nos recuerda la gran población judía que llegó a tener la ciudad: 25.000, según algunas fuentes. Las construcciones tradicionales, con sus balconadas cerradas de madera, son realmente características de esta población y de este periodo.

Otro lugar que ver en Fez son las Tumbas Meriníes, que nos vuelven a demostrar la gran importancia que tuvo esta ciudad para la mencionada dinastía. Pero quienes se acerquen aquí no deben esperar un mausoleo como las Tumbas Saadíes en Marrakech o el de Mohammed V en Rabat: tal y como se puede ver en la actualidad, son un yacimiento arqueológico, pues lo que queda en pie son restos de las monumentales tumbas. Se ubica cerca de Borj Nord, por tanto al norte de la medina.

Por último, en este apartado de cosas que ver en Fez el-Jdid mencionamos también uno que no está exactamente dentro de esta medina nueva pero pegado a ella. En realidad, es el espacio que une la medina nueva y la medina vieja: el Jardín Jnan Sbil. Hasta su creación, a finales del siglo XIX, ambos cascos antiguos estaban separados entre sí, por lo que esta agradable zona verde de estilo andalusí ‘sutura’ las dos almas del Fez histórico.

Museos de Fez

Museos de Fez

El prestigio cultural explica que esta sea una de las ciudades con mayor variedad de museos del país. En muchos casos, enfocados en las artesanías tradicionales, dada la pericia y exquisitez de la que siempre han hecho gala sus maestros. Pero en otros casos se trata de centros expositivos relacionados con episodios de su historia y sociedad. Además del Museo de Armas Borj Nord, mencionado en el apartado “Qué ver en Fez”, los más importantes de la ciudad son dos: el Museo de las Artes y Artesanías de Madera Nejjarine y el Museo Batha de Arte Marroquí.

El Museo de las Artes y Artesanías de Madera Nejjarine se encuentra en la mencionada Plaza Nejjarine. Concretamente, en un foundouk del mismo nombre, es decir, un antiguo espacio hostelero y comercial, pues lo utilizaban los mercaderes ambulantes para alojarse, almacenar sus mercancías y venderlas durante el tiempo que permanecían aquí. Hoy este histórico edificio del siglo XVIII es un gran museo dedicado a una de las señas de identidad de Fez: la tradición ebanista de sus artesanos, capaces de hacer obras de arte con diferentes tipos de madera, especialmente el cedro del Atlas, tan abundante en el entorno. Y no se ha elegido este lugar por casualidad, sino porque su patio y su estructura (viguería, entablamentos, barandillas, columnas, arcos) son uno de los máximos exponentes de este arte en la ciudad.

Por su parte, el Museo Batha de Arte Marroquí es un recinto donde se exhibe una colección más amplia: no sólo hay buenas piezas hechas en madera, sino también obras textiles como alfombras, estuco tallado o hierro forjado, entre otros. La parte más destacable es quizás la de cerámica, con el característico azul de Fez, y también merece la pena darse una vuelta por el jardín andalusí del recinto.

Puertas palacio real de Fez

Viajes de lujo en Fez: qué pueden incluir

Aunque Fez no tenga la fama de otras ciudades marroquíes en lo que a exclusividad se refiere, sí tiene interesantes propuestas para los viajeros más selectos. Cada vez son más los proveedores de servicios premium, tanto en alojamiento como en restauración y experiencias de bienestar y ocio.

Como decíamos más arriba, los viajes de lujo en Fez ponen su punto de mira en el barrio de Ville Nouvelle. Aunque esta zona no tenga el vibrante ritmo de vida de la medina y no destaque por la elegancia de sus equivalentes en otras ciudades (Marrakech, Rabat, Tánger, Tetuán), lo cierto es que se ha convertido en la zona más tranquila, segura y adecuada para viajeros del segmento premium.

La arteria principal de este barrio es el boulevard Ave Hassan II, una gran avenida en cuya mediana encontrarás un paseo arbolado que recuerda a las principales avenidas occidentales. Es aquí donde se ubican los grandes hoteles de la ciudad, así como tiendas con todo tipo de servicios y productos, en venta con precio cerrado.

Sin embargo, en lo que a compras premium se refiere, Fez es una ciudad singular: pese a recibir cada vez más turismo exclusivo, la pervivencia de la artesanía tradicional es realmente notable. Y esto se debe, en buena medida, al alto nivel de calidad y refinamiento de los productos que se producen. Por ello, la mejor opción en este sentido es acudir a la medina y rastrear con paciencia las tiendas. En muchos casos, se da una interesante mezcla de tradición y modernidad con nuevos artistas, algunos locales y otros foráneos que se han establecido aquí, atraídos por esta actividad. Medin’Art es sólo un buen ejemplo de ello, pero hay otros muchos, especialmente en las tiendas de cerámica y en las galerías de arte, así como en anticuarios selectos.

Otro aspecto clave en los viajes de lujo a Fez son los bares y restaurantes. Y aunque la ciudad todavía no ha alcanzado el grado de prestigio de otras ciudades del país, como Marrakech o Rabat, lo cierto es que se está progresando mucho en el sector de la restauración. No obstante, dado el carácter tradicional y religioso de Fez, este destino no es el más destacado en cuanto a ocio nocturno. Por ello, muchos de los bares donde se sirve alcohol están ubicados en los hoteles de carácter internacional.

Cada vez son más los proveedores de servicios premium, tanto en alojamiento como en restauración y experiencias de bienestar y ocio. Si necesitas algunas ideas para encontrar inspiración, puedes tomar nota de lo siguiente:

  • Hoteles de lujo de Fez:

    • Riad Fès: Un hotel de lujo que combina tradición marroquí con comodidades modernas. Tiene una piscina en la terraza con vistas a la medina.

    • Palais Faraj Suites & Spa: Este palacio ha sido transformado en un hotel de lujo con una arquitectura impresionante y vistas panorámicas de la ciudad.

    • Hotel Sahrai: Este hotel ofrece una mezcla de diseño tradicional y contemporáneo, además de una piscina infinita con vistas a la medina.

    • Riad Laaroussa: Un riad de lujo en el corazón de la medina con un spa tradicional y terrazas con vistas a Fez.

    Restaurantes de lujo:

    • Restaurant at Palais Amani: Ofrece cocina marroquí moderna en un ambiente elegante. Está ubicado dentro de un riad y cuenta con un jardín precioso.

    • L’Ambre at Riad Fès: Un restaurante que combina sabores tradicionales con técnicas culinarias modernas. Tiene vistas panorámicas de la ciudad.

    • Dar Roumana: Ubicado en un riad, este restaurante ofrece platos de autor en un ambiente íntimo.

    Otras experiencias de lujo:

    • Spas y Hammams: Visitar un spa o hammam tradicional como el Spa Laaroussa para una experiencia relajante y rejuvenecedora.

    • Golf: Royal Golf de Fez es un campo de golf hermoso y tranquilo donde puedes disfrutar de un juego mientras admiras las vistas del paisaje circundante.

En cualquier caso, puedes dejar este aspecto en manos de Chic Morocco: somos una agencia especializada en viajes premium y contamos con la mejor cartera de proveedores en este sentido. Así que te animamos a contactar con nosotros si necesitas configurar un viaje a medida, con los servicios de mayor calidad, tanto en Fez como en otros destinos marroquíes.

Qué hacer en Fez

La lista de cosas que hacer en Fez es variada, con planes difíciles de encontrar en otras ciudades marroquíes. Y en muchos casos, ligados a la tradición, lo que ofrece un plus de interés para los viajeros más atraídos por la cultura.

Ese es el caso, por ejemplo, del Festival de Músicas Sacras de Fez, que es el más importante del país en esta tipología, y uno de los más renombrados de todo el mundo. Tiene lugar cada año en el mes de junio y se viene celebrando desde 1994. En él no sólo actúan grupos locales desplegando músicas y danzas folclóricas como la gnawa o la andalusí, sino también grupos venidos de otros países. El resultado es un programa de lo más rico que sirve para hermanar las diferentes religiones, pues se pueden escuchar propuestas tan diversas como la música sefardí, el canto gregoriano, los ritmos tribales subsaharianos o el gospel norteamericano, entre otras muchas opciones. 

Pero si tu viaje no coincide con este festival, las sugerencias sobre qué hacer en Fez el resto del año son igualmente interesantes. Como decíamos, la cerámica fasí es todo un reclamo turístico, no sólo por los artículos que se pueden comprar sino también por las demostraciones en vivo que se ofrecen en determinados talleres: visitar a estos artistas en su estudio no sólo sirve para aprender sobre la técnica, sino también para ponerla en práctica con tus propias manos. 

Si una de tus pasiones son los idiomas, aquí encontrarás otra interesante propuesta que hacer en Fez: la inmersión lingüística mediante cursos intensivos. El prestigio cultural y educativo de la ciudad ha favorecido la existencia de escuelas de idiomas y agencias especializadas en el turismo idiomático. En esta ciudad, en concreto, se puede estudiar árabe y francés: el primero es el idioma oficial del país, y el segundo es un idioma de gran pervivencia desde que se estableciera el Protectorado Francés en Marruecos (de 1912 a 1956).

Por lo que respecta al bienestar, una de las mejores cosas que hacer en Fez es relajarse en un hammam tradicional: estos baños árabes eran (y en algunos casos, siguen siendo) espacios comunitarios de higiene para la población local. Y muchos de ellos se han reconvertido a centros balnearios inspirados en los spa, con centro de masajes, pero manteniendo el concepto clásico de hammam: las piscinas con agua a diferente temperatura. Repartidos por la medina encontrarás algunos ejemplos de lo más interesante.

Por último, no podemos olvidar una propuesta de ocio premium para viajeros internacionales: el golf. Uno de los campos de referencia es el Royal Golf de Fez, cerca del aeropuerto que da servicio a la ciudad. Más cerca del centro está el Oued Golf Resort, muy cerca del Palacio Real.

Excursion a Meknes
Excursión a Meknes

Excursiones que hacer en Fez

Y cómo no, realizar excursiones por el entorno es otra de las cosas que hacer en Fez para quienes disponen de días libres en su programa. En este sentido, las principales opciones se centran en la naturaleza y en la cultura, hacia destinos fácilmente accesibles en una misma jornada.

Si hablamos de naturaleza, las miradas se centran en el Parque Nacional de Ifrane, uno de los grandes espacios protegidos del país por sus dos especies icónicas. En cuanto a flora, el cedro del Atlas, un árbol considerado nacional, que aquí se agrupa en tupidos bosques tapizando las laderas septentrionales del Medio Atlas. Y en cuanto a fauna, un animal en peligro de extinción que encuentra su hábitat perfecto en las ramas de esos árboles: el macaco de Berbería. Además, se trata de un tipo de primate muy acostumbrado a la presencia del ser humano, por lo que es fácil avistarlo e incluso compartir espacio con él.

El Parque Nacional de Ifrane, a unos 60 km al sur de la ciudad, no es el único espacio natural de interés. Otro de los parques nacionales cercanos es el de Tazekka, a unos 80 km al este, donde la orografía irregular y la geología kárstica del lugar esconden cuevas naturales por descubrir. En cuanto a su paisaje, los cedros conviven con otras especies mediterráneas (encinas, alcornoques), alrededor de la gran cima del parque: el Jbel Tazekka, a casi 2.000 metros de altitud. 

Y quienes se pregunten qué hacer en Fez para una experiencia natural más contemplativa y tranquila, las cascadas de Sefrou pueden representar una buena opción. Situadas a escasos 30 km al sur de la ciudad, se trata de unos saltos de agua a los que puede acceder cualquier persona, pues se encuentran muy cerca del parking habilitado al efecto.

En combinación con las cascadas de Sefrou se puede visitar también el cercano pueblo de Bhalil, que sorprende a propios y extraños por las numerosas casas troglodíticas, es decir, en auténticas cuevas: desde tiempos inmemoriales, muchas familias locales eligieron esta ubicación por sus condiciones ambientales estables durante todo el año. Y en muchos casos son visitables.

Pero para muchos, la mejor excursión que hacer desde Fez es la de Meknes: esta ciudad, situada a unos 60 km (pero alcanzable en menos de una hora, pues las une una autovía) es otra de las consideradas ‘imperiales’ en Marruecos. Es decir, una antigua capital del reino, en este caso en los siglos XVII y XVIII, de la mano de diferentes monarcas alauitas, especialmente Moulay Ismail. Por ello, buena parte de sus monumentos están relacionados con ese periodo, como la imponente puerta Bab Mansour o el mausoleo del mencionado sultán. Su medina histórica no es tan grande como la de Fez pero mantiene igualmente todo su encanto. Y fue declarada Patrimonio Mundial por la Unesco.

Un distintivo similar atesora también Volubilis, la gran ciudad romana de Marruecos, que fue abandonada en el siglo IX tras la designación de Fez como capital idrisí. En la actualidad, es un gran recinto arqueológico donde se pueden admirar in situ mosaicos romanos, restos de templos paganos, fuentes monumentales e incluso un arco en honor del emperador Caracalla. Un pequeño museo contextualiza el recinto al entrar, conformando así un sorprendente viaje en el tiempo a una época en la que este territorio estaba plenamente integrado en la civilización romana.

Por último, otra propuesta a tener en cuenta en los alrededores de Fez es Moulay Idriss (no confundir esta localidad con la zagüía mencionada en la sección “Qué hacer en Fez”). Se trata de una pequeña ciudad cerca de Meknes donde se encuentra el mausoleo de dicho personaje, fundador de la dinastía idrisí y venerado en la región como un auténtico santón. Aunque muchos de sus espacios están cerrados al público no musulmán, resulta interesante conocer un lugar surgido de la devoción popular, que llega a su máxima expresión durante el moussem de agosto.

Riad en Fez

Alojamientos con encanto en Fez

Existen diferentes tipologías hoteleras en Fez, unas más tradicionales que otras. Pero dado el tirón turístico de la ciudad, cada vez son más las opciones en el segmento premium. Si lo que buscas son alojamientos con encanto en Fez, los más especiales son sin duda los riad: con este nombre se conoce a pequeños alojamientos ubicados en edificios antiguos, rehabilitados para su nuevo uso. Antiguamente alojaban las viviendas de varias familias, y ahora esos espacios residenciales se han convertido en idílicas habitaciones para turistas. Y el recinto mantiene un espacio clave: el patio en torno al que se articula todo. Suele ser un espacio decorado con plantas, azulejos y, sobre todo, una fuente de agua corriente, recreando el idílico Edén al que aspira todo musulmán. En su momento era un espacio comunitario de reunión para los vecinos, y hoy se suele emplear como hall, sala de restaurante u otro uso para el encuentro y el reposo de los huéspedes. Ejemplos de este tipo de alojamientos son el Riad Fes o el Laaroussa.

Como alternativa a estos alojamientos con encanto en Fez podemos mencionar los grandes hoteles de cuatro o cinco estrellas, que se ubican en buena media en la Ville Nouvelle: este barrio moderno al sur de la medina, de grandes avenidas como el boulevard Ave Hassan II, concentra hoteles de cadenas internacionales, como Marriott o Barceló, lo que supone una garantía de calidad para sus huéspedes. En sus grandes instalaciones no suelen faltar la piscina, el gimnasio y otros espacios para el confort. También se encuadran en este segmento los hoteles Faraj Suites & Spa y el Sahrai.

En cualquier caso, si buscas un alojamiento con encanto en Fez que cubra tus expectativas, puedes dejar este aspecto en manos de Chic Morocco: somos una agencia especializada en viajes premium y contamos con la mejor cartera de proveedores en este sentido. Así que te animamos a contactar con nosotros si necesitas configurar un viaje a medida, con los servicios de mayor calidad, tanto en Fez como en otros destinos marroquíes.

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