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Artesanía de Marruecos: obras de arte hechas a mano y con el corazón

La artesanía se suele interpretar como un ‘arte menor’, pues sus trabajos tienen como finalidad la decoración de la arquitectura, pero no tienen un fin en sí mismo. Sin embargo, esta concepción responde a una visión occidental. En cambio, la artesanía de Marruecos bien se puede considerar todo un arte, con cotas de refinamiento y calidad difíciles de igualar en otros países.

Un aspecto especialmente interesante de la artesanía de Marruecos es que sigue teniendo plena vigencia en la actualidad. Es decir: todavía son muchas las personas que se dedican a esta actividad, que ha experimentado un nuevo impulso gracias al turismo, puesto que los objetos en venta en los locales tradicionales suponen un estupendo recuerdo de viaje para quien lo compra. 

Pero aparte de ello, los propios marroquíes siguen teniendo mucho apego a los objetos ‘de toda la vida’, pues en algunos casos son absolutamente necesarios para el día a día. Por todo ello, en esta página te contamos todo lo que debes saber sobre la artesanía de Marruecos: qué tipos hay y dónde puedes encontrarla.

Tabla de contenidos

Dónde encontrar buena artesanía en Marruecos

Para encontrar buena artesanía en Marruecos no tendrás problemas: en todos los destinos turísticos hay zocos y tiendas donde se venden productos hechos a mano en este país. Las medinas son siempre el epicentro para ello: sus callejuelas peatonales son perfectas para este tipo de tiendas que, en algunos casos, también albergan un pequeño taller donde se producen artículos en venta. En las medinas más grandes, es posible encontrar barrios agrupados por gremios según su actividad y especialización: curtidores, joyeros, etc. Pero incluso en las medinas de los pueblos más pequeños encontrarás tiendas donde se venden este tipo de productos.

La ‘capital’ de la artesanía en Marruecos es Fez, por la elevadísima calidad que alcanzan los artesanos de algunas especialidades, como la cerámica o la madera. Otras ciudades, ya sean grandes o medianas, también gozan de un gran prestigio, como Marrakech o Safi. Por su parte, en el mundo rural encontrarás artículos menos refinados, pero igualmente auténticos, pues están hechos por las humildes gentes del lugar, con los recursos que tienen más a mano. 

Mención aparte merecen los museos: dada la inexistencia de arte al estilo occidental, los principales museos del país tienen como eje principal la artesanía local y las costumbres de la sociedad donde se ubica el edificio. Es decir, tienen un carácter histórico pero también etnográfico. Así ocurre con el Museo de Marrakech o con el Museo Nejjarine de Fez, así como otros ejemplos ubicados por toda la geografía nacional.

Artesanía de Marruecos

Tipos de artesanía en Marruecos

La artesanía de Marruecos no solo se caracteriza por su calidad, sino también por su variedad. A continuación te contamos algunas de las tipologías más comunes en los zocos del país, con algunos ejemplos de piezas de interés y con centros productores de relevancia.

Productos textiles: alfombras, tapices…

Puede que los artículos textiles sean los primeros que descubras nada más entrar en una medina: los vendedores de estos artículos suelen invitar insistentemente a los visitantes para que accedan a su tienda a admirar y comprar estas obras maestras. En ese momento descubrirás los distintos tipos de productos textiles que existen en el país.

Por supuesto, la alfombra, que es un producto prácticamente ‘de primera necesidad’, para dar confort en el momento de la oración, pues ésta se realiza de rodillas en el suelo. Además, es un elemento muy útil en el desierto, donde se utilizan para cubrir suelos y evitar así el contacto con la arena y el polvo. En áreas de montaña, como en el Atlas o en el Rif, son además un magnífico aislante para suelos fríos. Para estos trabajos se suele emplear materia prima animal, como es el caso de lana merina o pelo de cabra o camello. Son toda una seña de identidad en áreas de montaña, como en Chaouen (Rif) o en Marmucha, Zaïane, Chichaouna y Beni Ouarain (Atlas). 

Pero la calidad y destreza de los maestros textiles marroquíes se aprecia en otros muchos objetos. Por ejemplo, para la ropa y los accesorios, como caftanes o hiyab. También tiene gran difusión la tapicería, para embellecer y dar confort a sillas o muebles. Algunos tejidos de máxima calidad son los de seda o lino, con decoraciones que a menudo emplean hilos de oro y recurren a llamativos colores. Fez, Meknés y Rabat-Salé están entre los centros productores más destacados.

Cerámica en Marruecos

Cerámica: la arcilla hecha arte cotidiano

La cerámica es una de las principales artesanías de Marruecos. En ella, se emplea la arcilla y otros materiales cerámicos que son abundantes en el territorio del país. Su uso está totalmente implantado en ambientes de lo más distinguido, como mezquitas y residencias palaciegas, pero también forma parte de los ambientes más humildes y rurales de Marruecos.

Una versión muy extendida es la azulejería en forma de piezas planas que se emplean para cubrir paredes, suelos e incluso muebles, con el fin de decorar espacios. Las cerámicas vidriadas aportan brillo, elegancia y durabilidad adicionales, mientras que en áreas rurales se opta simplemente por pintar sobre la superficie. 

Pero también son muy importantes los objetos prácticos hechos con torno (alfarería) que, si bien tienen un acabado más sencillo y modesto, resultan de lo más genuino. Es el caso de jarrones, bandejas o las clásicas tapas de tajín. 

Resulta obligado mencionar Fez como gran ciudad de referencia, con el azul como auténtica seña de identidad. Safi es otro polo para la cerámica marroquí, en este caso con mayor variedad cromática. Meknes, Rabat, Marrakech y Azemmour son otros lugares famosos por su cerámica.

Artesanía de Marruecos, cuero y pieles

Artículos en cuero, conocido como marroquinería

La peletería es otra disciplina artesanal que verás por todos lados. No en vano, la palabra marroquinería se emplea en diferentes países para referirse al trabajo del cuero en general, especialmente cuando se trata de accesorios de moda. Y no es casualidad que así sea, pues Marruecos arrastra una gran tradición ganadera desde hace siglos, incluso en las zonas más áridas del desierto, lo que impulsó la trashumancia y el nomadismo.

Además, se trata de una artesanía perfecta para el turista, puesto que le resulta muy fácil y práctico comprar este tipo de artículos: mochilas, bolsos, carteras, billeteras, fundas para cojines y pufs, cinturones… También es posible encontrar o solicitar artículos a medida de lo más variado, como fundas para libros, monturas para caballo y un largo etcétera.

Aquí, de nuevo, tenemos que hacer mención a Fez, donde aún se conserva el histórico barrio de las tenerías (Chouwara). Tetuán, Rabat y Marrakech también gozan de curtidores de primera nivel, que dan prestigio a estos destinos.

Madera: ebanistería para la elegancia del hogar

Los ebanistas marroquíes son también artesanos de primer nivel. Sus productos son mucho más difíciles de transportar como recuerdo de viaje, dadas sus grandes dimensiones. Pero se pueden realizar por encargo y solicitar su envío por paquetería internacional. Algunos de los artículos más apreciados son los cofres, a menudo forrados en cuero, metal o materiales textiles. Los muebles son otras obras maestras de ebanistería local, como aparadores o sillas. Y para el que simplemente desee admirar esta artesanía in situ, nada mejor que deleitarse con columnas, puertas, celosías y viguería en edificios históricos.

Entre las maderas más icónicas está el cedro del Atlas, un árbol nacional cuya explotación fue muy popular en el pasado, especialmente en aquellas zonas donde es más abundante, como el Rif o el Atlas. El nogal, la acacia y el limonero son otras maderas muy empleadas, mientras que la tuya es un recurso interesante y a mano en el área de Essaouira. 

Artesanía Marruecos trabajo de Metal

Joyería y trabajos en metal

La joyería es sin duda la artesanía más relacionada con el lujo y la exclusividad, una ‘herencia’ de los artesanos judíos, cuando esta comunidad tenía una numerosa presencia en el país. Pero para poder elegir bien hay que tener buen ojo a la hora de seleccionar la pieza, puesto que no todos los artículos en metal tienen un carácter premium. 

Es en entornos urbanos donde será más sencillo encontrar alta calidad y máximo refinamiento, que se aprecia en las técnicas empleadas y en los materiales usados. En algunos casos, se incrustan hilos de oro o plata a modo de filigrana, en otros se trata de joyas engastadas con incrustaciones de coral o piedras preciosas, en algunas ocasiones son trabajos esmaltados que le dan un brillo especial…

Este tipo de técnicas se puede apreciar en todo tipo de joyas, entre las que destacan pendientes, brazaletes, pulseras, collares, colgantes… y un largo etcétera. Pero no solo se aplican a joyas a modo de accesorio de moda, sino también complementan otros objetos como muebles o armas, con un sentido honorífico.

Las ciudades más prestigiosas en el ámbito de la joyería suelen coincidir con aquellas donde la población judía fue importante, como Fez, Essaouira o Rabat. En cambio, los artículos de orfebrería de las áreas rurales tienen unas pretensiones mucho más humildes, no solo por el acabado menos minucioso sino también por la modestia de los materiales empleados. 

 Además, existen otros muchos trabajos en metal pensados para la vida cotidiana, con materiales que no alcanzan el ‘nivel’ para formar parte de las joyas. Es el caso del hierro, el zinc, el cobre o el latón. Pero con ellos se elaboran objetos muy populares, como jarras de té o lámparas. En algunos casos, incrustar piedras preciosas o soldar hilos de oro y plata aumenta su elegancia y su valor.

Cestería

Por último, la cestería no tiene precisamente la consideración de artesanía de lujo. Pero los amantes de los objetos hechos a mano sabrán apreciar su originalidad y autenticidad. En estos trabajos se emplea como materia prima la fibra vegetal, que puede ser de junco, caña o palmera, entre otras plantas. Con ellos, se busca aportar belleza cotidiana en los hogares humildes, y en la actualidad ha ganado enteros por ser su carácter natural y sostenible. En las montañas del Rif o en la ciudad de Salé encontrarás interesantes ejemplos, aunque estos trabajos están muy difundidos por todo el país.

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