Las cascadas de Chaouen: cuáles son y cómo visitarlas

Las cascadas de Chaouen son la mejor muestra del privilegiado lugar donde se enclava este ‘pueblo azul”: ubicado en las montañas del Rif, en su entorno se originan áreas naturales de gran valor, con rincones donde no faltan las vistas panorámicas, los saltos de agua, especialmente en los meses de primavera. En este post te damos información al respecto, para que valores si añadir esta escapada a tu programa de viaje.

Cuáles son las cascadas de Chaouen

Cabe decir que cuando nos referimos a “las cascadas de Chaouen”, lo habitual es referirse a las cascadas de Akchour, situadas a unos 30 km por carretera desde esta localidad. Por ello, conviene no confundirlas con el lugar denominado Ras el Ma, que es un pequeño rincón a las espaldas de la medina histórica, donde también corre un pequeño salto de agua, pero en este caso aprovechado para dar vida al antiguo lavadero.

En cambio, las que llamamos “cascadas de Chaouen” o “de Akchour” se encuentran en el Parque Nacional de Talassemtane, un gran espacio natural protegido con esa figura de protección y que se encuentra al noreste de la ciudad. Este parque es uno de los paraísos para los senderistas locales o para los viajeros más aventureros, que buscan una actividad de trekking de varios días en el norte de Marruecos.

Y al hablar de ‘cascadas’, en plural, se hace referencia a los diferentes saltos de agua que se reparten por el terreno, cerca de la localidad de Akchour, también conocida a menudo como Achor. Estas cascadas, en época de deshielo, pueden saltar varias decenas de metros en algunos casos, embalsándose en pequeñas pozas y haciendo las delicias de los bañistas locales en época veraniega. Se trata, además, de aguas limpias y cristalinas, dado que proceden directamente del manantial donde nacen.

Cómo ir a las cascadas de Chaouen

La forma más encantadora de llegar a las diferentes cascadas de Chaouen es a pie, realizando una ruta de senderismo que puede llevar varios días y que también dirige por otros rincones espectaculares del Parque Nacional de Talassemtane, como el Puente de Dios.

Sin embargo, esta opción es sólo apta para personas con un adecuado estado de forma y experiencia en la actividad, y que además dispongan de días libres suficientes para organizar un programa de este tipo, así como el equipamiento necesario para caminar durante periodos prolongados (botas, ropa de senderismo, etc.).

En cambio, lo más común, rápido y sencillo es realizar una excursión de medio día o un día completo al entorno de las cascadas. Para ello, es necesario disponer de un vehículo, por ejemplo, un taxi privado con chófer, que pueda trasladar a los viajeros desde Chaouen hasta el pie mismo de las cascadas. De hecho, la parte más accesible al público general cuenta con merenderos y chiringuitos para disfrutar del entorno desde su propia terraza. Y eso convierte a estas cascadas en una de las excursiones más apetecibles para los marroquíes del norte. El trayecto en coche, además, rondará los 40 minutos por carreteras que son muy fotogénicas, pues serpentean por valles entre verdes montañas.

Los más atrevidos pueden también adentrarse en la zona más virgen del parque para admirar los paisajes y la flora del lugar. Pero en este caso, recomendamos encarecidamente contar con un guía profesional que pueda acompañar, explicar y servir de apoyo ante cualquier eventualidad.

Tras pasar aquí unas horas, la excursión regresa a Chaouen por el mismo camino. Pero también cabe la posibilidad de hacer noche cerca de aquí, en algunos de los alojamientos de montaña (gite) que están proliferando en los últimos años para aprovechar el tirón turístico que van adquiriendo los pueblos del Rif.

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