Durante tu viaje a Marruecos, verás ejemplos de magníficos zellige en muchos lugares, especialmente en el interior de los edificios más hermosos, pero no sólo. Por eso, le dedicamos un post para que lo puedas admirar mejor: te explicamos qué es, cómo se produce, cuál es su origen y en qué ciudades podrás encontrarlo más a menudo.
¿Qué es y cómo se produce el zellige?
El zellige es una de las composiciones cerámicas más sobresalientes del arte marroquí. Se trata de una composición de tipo mosaico, pero hecha a base de diferentes trozos de cerámica vidriada, es decir, de azulejos. Esos pequeños pedazos, que normalmente tienen una forma geográfica específica (cuadrados, rombos, polígonos), se unen entre sí para formar una trama decorativa unitaria, como estrellas o arcos.
El detalle diferenciador es que dichos pedazos son pequeños azulejos, es decir, una pieza con base de arcilla cocida a la que se aplica color y, sobre ella, una capa esmaltada, que no sólo protege el color sino también le da un toque brillante y lúcido que embellece el conjunto. Es muy habitual encontrar zellige en la parte baja de las paredes, sin sobrepasar la altura del cuerpo humano, facilitando así su limpieza.
Además, es posible encontrar este tipo de composiciones en otros soportes, incluso muebles, como por ejemplo en tablones de mesas, elaborados todavía siguiendo las mismas técnicas artesanales de hace siglos, lo que da un carácter más especial a cada pieza.
Orígenes e influencias
Lo que hoy conocemos como zellige no surgió de la nada, sino que probablemente se inspiró en otras técnicas anteriores. Un precedente claro son los mosaicos romanos y su continuación en época bizantina, donde a base de pequeñas teselas se realizan composiciones mayores, a menudo de carácter figurativo, pero también natural y geométrico.
Precisamente esto último es un rasgo distintivo del zellige marroquí, aunque probablemente su surgimiento, tal y como lo conocemos, se produjera en el siglo X en lo que hoy es Túnez, bajo el reinado de la dinastía fatimí. Sin embargo, la cumbre de dicha técnica llegó precisamente en el siglo XIV en Marruecos, bajo el dominio de la dinastía meriní, cuando esta técnica alcanzó su mayor esplendor, llegando incluso a divulgarse por sus vecinos del Magreb y por el sur de la península ibérica, especialmente en el reino nazarí de Granada.
Dónde encontrar ejemplos de zellige
Son muchos los lugares de Marruecos donde podrás encontrar bellos ejemplos de zellige. Pero sin duda, los más numerosos y auténticos son los que se ubican en Fez, debido a la importancia que alcanzó en la época meriní, cuando esta ciudad era la capital del reino. Son muchos los edificios en cuyo interior se pueden admirar estas composiciones, como por ejemplo en sus madrasas históricas, siendo las más célebres las de Bou Inania y Attarine.
Y en espacios exteriores, son varias las fuentes históricas que se revistieron hace siglos de zellige, como la de Nejjarine. De hecho, las fuentes fueron uno de sus soportes más adecuados, gracias al carácter impermeable del esmaltado. Unas fuentes que, en muchos casos, se encuentran también en patios interiores, los conocidos como riads, tan característicos de las medinas marroquíes.
Por cercanía, otras ciudades del entorno también pueden presumir de magníficos ejemplos de zellige. Ese es el caso de Meknes, cuya medina también está declarada Patrimonio de la Humanidad, como la de Fez. Y lo mismo ocurre con Marrakech, cuyos monumentos principales también supieron asimilar lo mejor de los zelliges, como por ejemplo en las tumbas saadíes.
Por todo ello, el zellige de Marruecos es toda una seña de identidad del país, pudiendo ser admirado por el viajero en lugares monumentales, pero que también están al alcance de su bolsillo en formatos más pequeños, a la venta en tiendas tradicionales de las medinas.