logo chic morocco

Los 3 grandes recintos arqueológicos de Marruecos

Puedes venir a Marruecos por sus hechizantes medinas, por sus paradisíacas playas, por el magnetismo de las dunas del desierto… y por otros muchos atractivos más. Y entre ellos, para sorpresa de muchos, se encuentran también los yacimientos arqueológicos de Marruecos. Aunque en la actualidad no hay tantos como en otros países, los que son visitables tienen un encanto especial. Y para suerte de los amantes en la materia, aún queda mucho por descubrir, pues hay campañas arqueológicas en curso y se espera que sigan dando sus frutos.

Volubilis, la gran ciudad romana

Si hablamos de yacimiento arqueológico en Marruecos, el nombre que viene a la mente de todos es Volubilis. Situada a unos 20 km de Meknes, fue la principal ciudad de la provincia romana Mauritania Tingitana, que abarcaba una extensa porción de territorio en el norte del actual Marruecos. Está declarado Patrimonio Mundial por la Unesco por su buen estado de conservación, como se puede apreciar en la visita a su recinto, de lo más recomendable.  

Un paseo por aquí te llevará por calles empedradas, arcos que siguen en pie, algunos de los cuales son de lo más simbólico (como el del Triunfo, en honor a Caracalla), mosaicos protagonizados por Baco, Ariadna o ninfas… y mucho más. Se sabe que este lugar había estado ya poblado por los cartagineses en el siglo III a.C, pero su época de esplendor llegó tras su anexión al Imperio Romano, en el siglo I.

Tras la conquista árabe, mantuvo su importancia, pues de hecho fue la primera capital del reino idrisí de Fez. Pero siglos después vivió un largo periodo de decadencia, rematado con el terremoto de Lisboa (1755) que se dejó sentir aquí, provocando el derrumbe de numerosas estructuras. Sus sillares fueron aprovechados después en construcciones de la cercana Meknes.

Chellah: romana y meriní

También de época romana es principalmente el yacimiento de Chellah, muy cerca de los cascos urbanos de Rabat y Salé. Conocida en la Antigüedad como Sala o Sala Colonia (del que derivaría el actual nombre de Salé), estuvo estrechamente relacionada con el río Bou Regreg, en un periodo en el que esta vía fluvial era mucho más caudalosa y suponía una puerta comercial de gran magnitud en el océano Atlántico más meridional. 

Sin embargo, a este atractivo romano del yacimiento se añade aquí otro ingrediente interesante y visible a ojos del turista: su uso durante la época meriní o benimerín, ya en época medieval (siglos XIII-XV). De hecho, se conoce a este yacimiento como la necrópolis meriní (o benimerín), pues este fue el lugar elegido por los monarcas de aquella dinastía para el enterramiento de sus miembros.

Por tratarse de un lugar muy evocador y sugerente, entre las ruinas de este yacimiento se celebra el Jazz in Chellah, uno de los festivales de jazz más interesantes de todo Marruecos, en primavera.

Lixus: una factoría legendaria

Cerramos este recorrido por los mejores yacimientos arqueológicos de Marruecos en Lixus, ubicado a unos 7 km de la ciudad de Larache y, por tanto, junto a la costa atlántica septentrional. Si bien no se conservan estructuras tan monumentales como las de Volubilis, sí supone un lugar muy interesante para conocer la vida cotidiana en la Antigüedad.

Se han identificado restos cartagineses, pero quizás lo más interesante de todo son sus talleres de salazón, que fue muy apreciado durante la época romana en todo el Imperio. Además, se pueden distinguir los restos de un anfiteatro e incluso un mosaico donde se representa a Neptuno, dios del mar, pues este lugar dependía de él para la exportación del salazón.

Y para añadir un punto adicional de interés, es aquí donde muchos expertos han situado el mítico Jardín de las Hespérides, donde Hércules tuvo que cumplir uno de sus 12 trabajos: la recogida de las manzanas doradas.

Post relacionados

× Whatsapp