Chaouen, también conocida como Chefchaouen, es una pequeña ciudad del norte de Marruecos, de unos 40.000 habitantes, pero su área histórica sigue teniendo el encanto del pueblecito que antaño fue. Resulta difícil de olvidar para sus visitantes, sobre todo por el color que invade sus casas encaladas: el azul en diferentes tonalidades, principalmente celeste, que le da un aire realmente pintoresco. En esta página te contamos todo lo que debes saber de Chaouen si tienes pensado visitarlo dentro de tu ruta por Marruecos.
Chaouen se encuentra en el norte de Marruecos, en el corazón del Rif, la sierra montañosa que discurre más o menos paralela a la costa mediterránea marroquí. Por ello, aunque está relativamente cerca del mar (a unos 45 km en línea recta), se encuentra a su vez a una altitud considerable: unos 600 msnm, lo que propicia un clima de inviernos fríos y veranos suaves. Forma parte de la región de Tánger-Tetuán-Alhucemas, y es capital de su propia provincia.
Si vas a visitar otros destinos de Marruecos antes o después de venir a Chaouen, esta es una lista de distancias que la separan de las ciudades más importantes, para que te hagas una idea:
La ubicación de Chaouen es muy peculiar, y está en el origen de su nombre: se encuentra a los pies de dos montañas (el Tisouka, de 2050 msmn, y el Megou, de 1616 msnm), que desde los alrededores tienen apariencia de cuernos. Por ello probablemente se empleó el nombre de Chefchaouen para referirse a esta ciudad, pues en bereber significa algo así como «mira los cuernos».
La peculiar orografía y ubicación de Chaouen aporta panorámicas y estampas extraordinarias, y ha contribuido a conservar casi intacta su medina, pero también tiene una desventaja: no está conectada con las grandes redes de transportes del país, pues no tiene ferrocarril ni aeropuerto (el más cercano es el de Tetuán). Por tanto, la única forma que tienes para llegar hasta aquí es por carretera.
A diferencia de otros destinos turísticos de Marruecos, que hunden sus raíces en la Prehistoria o en la Antigüedad, la historia de Chaouen tiene ‘solo’ seis siglos. Sin embargo, ese periodo es muy interesante e importante para entender este lugar tan singular del norte del país.
La tradición popular atribuye la fundación de Chaouen a un gran gesto de amor: la leyenda habla del sultán Moulay Ali Ben Rachid, enamorado de Zhora, una muchacha de Vejer de la Frontera (Cádiz, España) que había sido expulsada junto a más musulmanes del sur de aquel en el siglo XV. Para darle felicidad, le prometió levantar un pueblo que le recordara al suyo, para lo cual mandó construir Chaouen.
La realidad, en cambio, parece más dura y pragmática: Chaouen se fundó en 1471 como plaza desde la que hostigar Ceuta y Alcazarquivir, dominados entonces por los portugueses. Cierto es que la población de esta pequeña villa creció enormemente tras la expulsión de judíos de España a finales del siglo XV y de los moriscos a comienzos del siglo XVII, razón que explica este parecido con tantos pueblos del sur español: encaramada sobre las laderas de una colina, callejuelas llenas de recovecos y cuestas imposibles, casas encaladas…
La existencia de manantiales en su territorio (Ras al-Ma) la convirtieron poco después en una ciudad sagrada para sus habitantes y para otros musulmanes del país, siendo meta final de múltiples peregrinaciones que siguen produciéndose en la actualidad. Eso hizo también que los residentes de Chaouen durante mucho tiempo guardaran con celo su pueblo frente a visitantes extranjeros, lo cual favoreció que se conservara genuinamente, casi sin modificaciones sustanciales en los primeros tiempos del turismo.
No obstante, a raíz de la instauración del Protectorado Español con capital en Tetuán, las tropas españolas ‘abrieron’ Chaouen al exterior, dándola a conocer, aunque no sin antes superar una enconada oposición. No es casualidad, por tanto, que Chaouen jugara un papel destacado en la Guerra del Rif, que llevó a la proclamación de una efímera República del Rif en esta zona.
En cualquier caso, tras la independencia de Marruecos en 1956, Chaouen se fue abriendo poco a poco al turismo extranjero, al igual que la mayoría de destinos monumentales del país, sabedor de que está industria puede reportar grandes beneficios para la economía, el patrimonio y las tradiciones locales.
Integrar Chaouen en una ruta por Marruecos es una opción habitual entre muchos turistas que recorren el norte del país, y razones no les faltan. Estas son algunas que te pueden convencer de ello:
Los atractivos turísticos de Chaouen se pueden ordenar según dos grandes zonas: dentro de la medina, que concentra buena parte de ellos, y fuera de la medina.
La medina, que se extiende por la ladera de la colina donde se asienta, alberga buena parte de los lugares de interés de Chaouen. Por ejemplo, los siguientes:
Mención especial merece la Plaza de Uta el-Hammam, donde la medina y la ciudad nueva se dan la mano. Además, actúa como punto de partida de muchos recorridos turísticos por Chaouen y cuenta con algunos atractivos en ella:
En cualquier caso, lo verdaderamente bonito de visitar la medina de Chaouen es perderse por sus rincones, subir cuestas que llevan a casas humildes pero centenarias, bajar escaleras que desembocan en plazuelas anónimas, doblar esquinas que te presentan ante miradores del Rif, admirar balcones floridos y puertas con grandes arcos de herradura, escaparates de tiendas que llenan de colorido la calle con sus productos artesanales…
Además de todos esos lugares de interés situados en la coqueta medina histórica, puedes darte una vuelta por la parte nueva de la ciudad. Principalmente, por dos avenidas que recordarán al viajero el periodo del Protectorado Español de comienzos del siglo XX:
Y si tienes la posibilidad de desplazarte fuera de la ciudad, encontrarás en los alrededores lugares de enorme belleza, sobre todo natural. Es el caso del parque natural de Akchour, con su famoso Puente de Dios, o el Parque Nacional de Talassemtane, un espacio repleto de rutas de senderismo.
Aunque Chaouen rezuma humildad en cada rincón y es visitada por muchos ‘mochileros’ internacionales, también se puede disfrutar mediante una experiencia premium que te permitirá saborear cada rincón de esta ciudad con toda comodidad y reservar experiencias inolvidables.
Para quienes buscan sumergirse en el encanto único de Chaouen sin renunciar al confort y la elegancia, hay opciones que se destacan:
Lina Ryad & Spa: Este riad fusiona lo mejor de ambos mundos al ofrecer una experiencia lujosa en Chefchaouen. Disfruta de vistas sobrecogedoras de la montaña y la medina, y déjate mimar en su spa, su piscina cubierta y sus habitaciones decoradas con un gusto exquisito.
Riad Cherifa: Este lujoso riad representa el epítome de la fusión entre modernidad y tradición marroquí. Sus terrazas panorámicas, su piscina y su restaurante gourmet te invitan a vivir Chaouen de una manera única.
Sin embargo, si lo que buscas es un lujo sin parangón, quizá quieras considerar Fez o la costa de Tetuán. Ambas localidades cuentan con resorts y hoteles que elevan el concepto de lujo a otro nivel.
Y si lo que quieres es una ayuda o, simplemente, que te lo den todo hecho, no dudes en ponerte en contacto con Chic Morocco: nuestra agencia es experta en viajes por todo el país, y por Chaouen en particular, así que contamos con los mejores proveedores para que disfrutes de una experiencia sencillamente única.
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